A los 22 años, Carlos Alcaraz volvió a lo más alto del tenis mundial tras consagrarse campeón del Abierto de los Estados Unidos. El español levantó su segundo trofeo de Grand Slam en la temporada, después de Roland Garros, y se dio el lujo de arrebatarle el número uno del ranking a Jannik Sinner, a quien superó en la gran final por 6-2, 3-6, 6-1 y 6-4.

El triunfo en Flushing Meadows llegó en un momento inmejorable para el murciano. En 2025 acumula siete títulos, con 61 victorias y solo seis derrotas, una racha impresionante de 46 triunfos en sus últimos 52 partidos. Durante todo el torneo apenas cedió un set, justamente frente a Sinner, que no pudo repetir la gesta de Roger Federer, el último en lograr cinco coronas consecutivas en Nueva York.

Al finalizar el partido, el italiano no dudó en reconocer la superioridad de su rival. Sinner dijo “felicito a Carlos, que es un gran campeón y jugó mucho mejor que yo. Es asombroso cómo jugó”. Por su parte, Alcaraz devolvió la cortesía con unas sentidas palabras: “Es increíble lo que estás jugando, en gran nivel. Es un gran honor compartir estas finales con vos, te felicito por todo lo que has hecho en estas dos semanas”.

Los números de la final reflejan la contundencia del campeón. El español conectó 42 tiros ganadores, el doble que su rival, y cometió 24 errores no forzados contra los 28 del italiano. Además, mostró una solidez notable con el saque, ganando el 83% de los puntos jugados con el primer servicio y sumando 10 aces.

Un campeón que hace historia

Por este título, Alcaraz se llevó un premio de 5 millones de dólares, el más alto otorgado en un Grand Slam. Con apenas 22 años y 125 días, se convirtió en el segundo jugador más joven de la era abierta en alcanzar seis trofeos grandes, solo por detrás de Björn Borg, que lo consiguió en Wimbledon 1978 con 22 años y 32 días, y por delante de Rafael Nadal, que lo había logrado a los 22 años y 243 días. Una nueva página dorada para un tenista que no se cansa de sorprender.